Las constantes subidas de precio de las cajetillas tradicionales propician la venta de este tipo de producto a granel.
Ni las campañas de concienciación, ni la Ley Antitabaco. El mejor antídoto contra el tabaquismo sigue siendo el encarecimiento de los precios. Así se desprende al menos del análisis del consumo de cigarrillos en la comunidad aragonesa facilitado por la Comisionado para el Mercado del Tabaco.El año pasado, ante el constante incremento del precio del tabaco, los aragoneses consumieron diez millones de cajetillas menos que en 2011 hasta situar las ventas en 83,9 millones de cajas. Sin embargo, los fumadores han encontrado en el tabaco de liar un refugio para mantener su afición al humo.
En total, Aragón consumió 41.000 kilos más de este tabaco a granel que el año anterior, hasta alcanzar la cifra de 182.924 kg. “Te ahorras más de la mitad fumando tabaco de liar, y encima ya hay de casi todas las marcas”, reconoce Silvia López, una joven zaragozana que consume este tipo de tabaco desde su paso por la universidad.
También suben notablemente las ventas de cigarros, puros y similares hasta alcanzar los 99,2 millones de unidades, 17 más que en 2011. Aunque el mejor ejemplo de que el precio determina los hábitos de los fumadores es el denominado tabaco de pipa.
Su precio económico atrajo en seguida a miles de fumadores, hasta triplicar en pocos meses su consumo. Sin embargo, la Administración reaccionó pronto y le aplicó una fiscalidad similar a la de los paquetes de cigarrillos, lo que ha derivado en un descenso de las ventas de 11.000 kilos.
Por marcas, Marlboro se mantuvo como la más comprada, con 349,12 millones de cajetillas, seguida de Winston, con 319,55 millones; Chesterfield, con 240,39 millones; Fortuna, con 232,51 millones y Camel, con 171,60 millones.
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